“El ayni cobra especial importancia como principio esencial para salir de esta crisis global”, indica el portal El País. 

Muchos estudiosos afirman que el ayni era solo un sistema económico que consistía en el intercambio de productos y la ayuda mutua que se practicó en antiguas sociedades precolombinas; sin embargo, los sabios amautas, que aún existen en nuestro tiempo, afirman que el ayni era mucho más que eso; era una filosofía, una filosofía completamente distinta y ajena a las filosofías occidentales.
Para los sabios amautas, el ayni era una forma de vida para nuestros antepasados andinos-amazónicos, practicado desde los albores mismos de la civilización andina, probablemente desde hace más de cinco mil años, ya que se han hallado indicios de esta práctica en la antigua civilización Caral.
En nuestra actualidad, esta filosofía parece recobrar fuerzas en las comunidades nativas andinas y se ha convertido en una manera efectiva de hacer frente a la crisis en el que nos ha sumido a todos esta pandemia.
En reciente publicación el portal El País, dice al respecto: “El actual contexto de crisis global nos muestra las principales fortalezas y debilidades de los sistemas de vida más importantes (salud, educación, economía, protección) y nos enseña que los problemas que afectaban a otras personas ahora también tocan las puertas de nuestras casas. Así que estamos ante una oportunidad para repensar las sociedades que estamos construyendo y reconocer si nuestra forma de vivir es sostenible con la vida misma. Por esa razón, el ayni cobra especial importancia como principio esencial para salir juntas y juntos de esta crisis global”.
Esta filosofía ancestral permitió del Tawantinsuyu ser un estado exitoso, se permitieron hacer obras de gran envergadura y acabar con el hambre y la exclusión sin el uso del dinero; cosa que no pudimos alcanzar, ni menos superar, en estos 200 años de la era republicana, dada a las falencias de las filosofías o sistemas de vida traídos desde occidente donde se prioriza el uso del dinero y se excluye a quienes no poseen este recurso.
El portal El País indica que con esta crisis “se están haciendo más visibles los problemas fundamentales de la población, evidenciando dónde son más profundas las brechas sociales y cuáles son los rostros de la vulnerabilidad y la exclusión social.
Ante este panorama, el ayni está presente en la respuesta de las comunidades que trabajan en solidaridad por el bien común. Es lo que reflejan las imágenes de los camiones cargados de naranjas, piñas, mandarinas, yucas, carambolas y limones que llegaban desde la región tropical de Palos Blancos a La Paz (Bolivia). Un acto de solidaridad horizontal entre comunidades que se ha repetido en diversos lugares de este país andino. Un gesto de quien tiene algo que ofrecer hacia su comunidad y de quien sabe recibirlas convencida de que, algún día, devolverá ese cuidado reforzando el bien común y el cuidado mutuo”, resalta.
Desde ese punto de vista, el portal El País, recomienda que es indispensable fortalecer nuestros lazos de solidaridad (ayni) a nivel global.
Hagamos que el ayni logre hacerse más viral dentro de las redes sociales, como una buena alternativa para hacerle frente a esta pandemia.
Eso sucedió hace poco con la tierna historia de Doña Albertina Flores, una humilde anciana cajamarquina que regaló parte de su cosecha para los afectados de covid-19. Ella tuvo que caminar muchos kilómetros con sus productos a cuestas para hacer llegar su ayuda; noble gesto que más tarde fue compensado con más ayuda para ella de parte de personas que conocieron su historia.
Doña Albertina Flores, donó parte de su cosecha para los afectados de covid-19.
Eso es el ayni, ancestral filosofía de nuestros abuelos que aún subsiste en los corazones de los andinos, y que se resiste a desaparecer en un mundo globalizado donde priman las filosofías occidentales. Y parece volver a renacer, y quizás ha vuelto para quedarse y formar parte de los cambios que se avecinan tras esta crisis a nivel mundial.
Fuente consultada: www.elpais.com
Foto de portada: Agencia Andina

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